Guía de Dave the Diver: cómo relajarse y disfrutar del juego
Dave the Diver es un tanto complicado. Este título os presentará sus diversas mecánicas de tal forma que casi siempre os parecerá que las cosas son asequibles, pero cuando llevéis unas 10 horas jugando –en las que compaginaréis los viajes de pesca submarina con la gestión conjunta de una piscifactoría, el cultivo de hortalizas en una granja, la realización de tareas para una docena de personajes diferentes, la ayuda a un reino submarino y la gestión de un restaurante de sushi, junto con su menú y su personal–, miraréis atrás con asombro, ya que no habríais podido hacer frente ni a una fracción de todo esto si os lo hubieran presentado todo de golpe.
Una de las razones por las que Dave the Diver parece tan sostenible es que rara vez os sentiréis bajo presión por el tiempo. Es cierto que las aperturas nocturnas del restaurante hacen que Dave vaya corriendo de un lado para otro, mientras lleva la comida, sirve las bebidas y limpia los platos, pero lo divertido es que esta parte resulta más fácil a medida que avanzáis en el juego. Aun así, con tanto por hacer, es difícil saber dónde centrarse, así que dejad que os llevemos de la mano mientras nos sumergimos en las aguas de Dave the Diver y os guiamos para que encontréis vuestro propio equilibrio ideal. Confiad en nosotros, una vez que encontréis vuestro ritmo, todo empieza a encajar a las mil maravillas.
No tendréis prisa cuando buceáis
Gran parte de la narrativa de Dave the Diver os puede dar la impresión de que estáis bajo presión. Tendréis que pescar bastante para poder servir suficiente comida y mantener contentos a vuestros clientes, y vendrá un invitado especial dentro de tres días que requerirá que pesquéis estos ingredientes específicos, y si a la gente no le gusta vuestro servicio recibiréis malas críticas, y el jefe de cocina Bancho es gruñón y temperamental, y...
¡Silencio! Nos os preocupéis. Esa es la historia, pero no es la realidad.
En el juego, los días se dividen en tres partes: mañana, tarde y noche. Las dos primeras son para pescar, mientras que la tercera (al menos al principio) se centra en el servicio de sushi. Si lo dividís todo en estas tres secciones, será mucho más manejable.
Todo se volverá menos estresante cuando os deis cuenta de que, aunque tenéis una botella limitada de oxígeno cuando buceáis, en realidad podéis pasar todo el tiempo que queráis bajo el agua.
Vuestra principal limitación a la hora de bucear es la cantidad de peso que podéis llevar, ya que tendréis que cargar con todos los peces que capturéis en cada viaje. Nunca tendréis que preocuparos por no tener suficiente pescado para el Bancho Sushi. Además, con la cantidad de suministro de oxígeno que tendréis al bucear, es raro que os quedéis sin aire.
Tendréis algo de prisa durante el servicio
La presión del tiempo se hace más patente por la noche, pero no hace falta que os pongáis de los nervios. Los clientes que no reciban su comida con la suficiente rapidez se marcharán frustrados, pero Dave the Diver no os exige más de lo que podéis asumir.
Al principio, solo están Dave y Bancho. Este último cocina, mientras que Dave (que el pobre no está en buena forma) camina a duras penas hacia las mesas con comida y bebida. Pero incluso entonces, podréis atender las mesas y servir las bebidas sin necesidad de entrar en pánico. Esto no es Diner Dash y no se busca que fracaséis, así que no se va a acabar la partida si un par de clientes se marchan enfadados. Dave the Diver se interesa mucho más en que progreséis en su disparatada historia que en castigaros por no servir tazas de té verde.
También podréis contratar personal muy pronto y, aunque vuestros primeros empleados tendrán estadísticas bajas, harán su trabajo. Cuantos más contratéis, más carga le quitaréis a Dave, aunque el juego introduce cada vez más elementos en las cenas. Llegará un momento en el que os daréis cuenta de que vuestro papel consiste en ayudar cuando el personal no dé abasto y no tendréis que volver a servir un maldito té verde nunca más.
Confiad en el proceso
Al principio, no podréis sumergiros demasiado con vuestro limitado equipo, el arpón no matará a muchos peces y no podréis llevar mucha carga. Como hemos dicho antes, a menos que os metáis en problemas, el oxígeno rara vez es un factor limitante, y eso es estupendo. Podréis descubrir zonas más profundas, pero Dave the Diver os avisará de ellas, y si vuestro arpón rebota en el pez, significará que aún no lo podéis capturar.
Dirigir el restaurante os hará ganar dinero, lo que os permitirá comprar versiones mejoradas de vuestro traje, tanque, capacidad de carga y arpón. Cuanto más juguéis, más podréis mejorarlos, además de poder sumergiros más profundo y pescar más. No hace falta que intentéis sobrepasar los límites de Dave ni ir más allá de vuestras posibilidades. Confiad en el proceso, sabréis cuándo podéis descender más profundo porque la historia os lo indicará.
Los peces pueden ser malvados
En aguas poco profundas, solo hay unos pocos peces peligrosos. Las especies invasoras, como el pez león, irán a por vosotros, y seguro que os topáis con algún tiburón. En Dave the Diver, el oxígeno es vuestra salud. Recibir daño significa perder oxígeno y perderlo todo significa fracasar. Cuando morís, os rescatarán, pero las consecuencias serán duras. Ya llegaremos a eso.
Por muy contradictorio que parezca en un entorno tan sereno, tendréis que aseguraros de que vais armados.
Pronto os darán una pistola y conoceréis al inquietante Duff, vuestro creador de armas. Además de que sus cinemáticas son muy divertidas, os será muy útil, ya que puede crear armas basadas en lo que os encontréis debajo del agua. Pero el problema es que solo podéis llevar un arma, y si queréis que Duff trabaje en una en concreto –quizás el lanzarredes menos violento o el lanzagranadas más potente—, deberéis aseguraros de que la lleváis encima cuando decidáis volver a la superficie. De esta forma, Duff podrá analizarla. Cuando consigáis suficientes armas del mismo tipo, podréis crear la vuestra.
Al principio, puede que parezca redundante, ya que solo hay que encontrarlas, ¿no? Pero pronto también os presentarán las mejoras, con las que, a partir de todos esas conchas, trozos de cristal y demás cosas que habéis recogido sin tener ni idea de por qué, podréis empezar a embellecer vuestra arma favorita a vuestro gusto. Puede que no queráis que vuestro rifle lo incendie todo o que las redes electrocuten a los peces. Pero no penséis demasiado en cómo funciona todo esto.
Cuánto más os adentréis en las profundidades, más probabilidades tendréis de encontraros con auténticos matones acuáticos, y querréis tener una forma rápida y eficaz de quitároslos de encima. Además, cuando los matéis, también podréis trocearlos para coméroslos.
La muerte es muy dura
Técnicamente, Dave no puede morir, pero quedarse sin aire bajo el agua es el equivalente. En estos casos, será rescatado de forma misteriosa, pero hay una penalización colosal: solo podréis quedaros con un objeto que hayáis conseguido durante la inmersión.
Como ya hemos mencionado, quedaros sin aire es bastante difícil, dada la generosidad de Dave the Diver con las bombonas de oxígeno y las conchas llenas de aire que podéis encontrar según vais descendiendo. Sin embargo, dado que el oxígeno equivale a vuestra salud, puede que se agote con rapidez si os veis acorralados por un tiburón o dos. El truco es no luchar por salir de la situación. Creeréis que podéis, es más, os juraréis a vosotros mismos que podéis disparar antes de que sea demasiado tarde.
Pero os equivocáis, así que corred. Huid nadando siempre que sea posible, ya que el coste de fallar es muy alto y es posible que os acobardéis.
Os sentiréis fatal si conseguís un fantástico botín de peces difíciles de atrapar, un objeto crucial para la trama y un buen alijo de platos de plata para vender, y luego resulta que tenéis que quedaros con una sola cosa. Pero es importante que recordéis que, por muy malo que sea, no es el fin del mundo, aunque hayáis perdido un montón de pescado para el restaurante. Tendréis una mala noche en cuanto a las ganancias, pero al día siguiente os repondréis y seguiréis adelante a pesar de todo.
Dave el minero
Encontraréis montones de rocas y gemas especiales que vuestro equipo normal no podrá romper, así como cangrejos molestos y trozos de tierra que se desmoronan a los que no podréis atacar. Esto se debe a que necesitáis herramientas específicas y, una vez que las encontréis, querréis conservarlas. Las palas y los picos van en el hueco del inventario de los objetos cuerpo a cuerpo, y aunque ambos son eficaces para golpear a las criaturas marinas errantes, también son la única forma que tenéis de enfrentaros a las situaciones anteriores.
La pala os permitirá atacar desde arriba, con lo que podréis acabar de forma eficaz con esos cangrejos y romper el suelo en zonas concretas. Pero si os obligan a elegir, quedaos siempre con el pico. Las torres de piedra os darán objetos valiosos que podréis usar para fabricar armas especializadas, pero también vender a buen precio en vuestro barco. Siempre merece la pena dedicar una inmersión cada pocos días a recolectar solo piedras y gemas para venderlas, lo que os dará una gran inyección de dinero que podréis gastar en mejorar vuestro equipo.
Si no os divertís, es que estáis jugando mal
Lo que quiere decir es que os relajéis.
Muchos juegos que se parecen a Dave the Diver se centran en la gestión de la presión y el tiempo, así que es muy fácil empezar a jugar con estas expectativas. Pero, aunque hay eventos que ocurren en días específicos, siempre tenéis tiempo de sobra para prepararos.
En la fiesta de las medusas, por ejemplo, solo tenéis que aseguraros de que habéis pescado lo suficiente para poder servir unas comidas específicas y lo conseguiréis en una sola inmersión, aunque Dave the Diver os dará de seis a nueve inmersiones para hacerlo. ¿Y si no conseguís muchas medusas? La única consecuencia es que ganaréis un poco menos de dinero, pero hay tiempo de sobra para ganar más.
Tenéis tiempo y espacio para disfrutar de los distintos elementos de Dave the Diver a vuestro propio ritmo, y si la tareas de la piscifactoría os resultan aburridas (muchas lo son), otros personajes se encargarán de la mayoría de ellas por vosotros. El servicio en Bancho Sushi os resultará más fácil cuanto más juguéis. Además, podréis disfrutar explorando, ya que rara vez os quedaréis sin oxígeno. Por último, si hay algo que os hace entrar en pánico, es probable que hayáis entendido mal la tarea. ¡Relajaos y disfrutad!
Dave the Diver ya está disponible en la Epic Games Store.