Cómo domar a los dragones de Magic: The Gathering Arena en Tarkir: tormenta dracónica
Al principio había dragones, al menos en lo que respecta a Magic: The Gathering. Puede que hoy en día la carísima Black Lotus acapare toda la atención, pero el Dragón shivano era la carta más codiciada y costosa en los inicios de Magic: The Gathering. El motivo es obvio: los dragones son rápidos, poderosos y molan. Cuando os ponéis a jugar con uno y atacáis, sentís que tenéis el control, y con razón. Su capacidad de volar los hace casi imposibles de detener.
Como su propio nombre indica, Tarkir: tormenta dracónica, la última colección de Magic: The Gathering Arena, llenará los cielos con el estruendoso aleteo de las nuevas cartas de dragón. En este artículo vamos a comentar qué las hace tan poderosas, destacar algunas sinergias eficaces y ayudaros a identificar las que tenéis que probar en vuestro próximo mazo para que podáis reducir a los rivales a un miserable montón de cenizas y arrepentimientos.
Aquí hay dragones
¿Qué hace que Tarkir: tormenta dracónica sea tan dracónica? Para empezar, el regreso al hábitat natural de los dragones. El plano de Tarkir, inmerso en una interminable batalla de desgaste entre dragones y clanes esteparios de inspiración mongola, se introdujo por primera vez hace una década en Kans de Tarkir. Esa colección es recordada con cariño como una de las mejores de la historia de Magic: The Gathering por su rico trasfondo, su profunda jugabilidad y los característicos señores dragón que planeaban la erradicación de la humanidad.
Tras siglos de guerra entre dragones y humanos, un ritual que pretendía destruir a los señores dragón salió mal. Ahora, tormentas dracónicas atronadoras y sobrenaturales generan cantidades incesantes de dragones en el plano de Tarkir, e incluso en otras dimensiones. Es una larga historia que rivaliza con los giros dramáticos y las travesuras de los viajes en el tiempo de los mejores cómics.
El salón de la fama dracónico
Hoy estamos de lado de los dragones, no de los ángeles. ¡Veamos qué pueden hacer algunos de los protagonistas de Tarkir: tormenta dracónica!
Engendro magmático es lo que los jugadores de Magic: The Gathering llaman un tempo efectivo. Es "barato" para ser un dragón, ya que cuesta 4 de maná, lo que significa que no requiere muchos recursos para jugarlo. Engendro magnético suele destruir una tierra del oponente y le impide su uso en el siguiente turno, lo que significa que tendrá menos maná disponible a la hora de jugar sus propias cartas. Es como soltar a un gigante cuyo primer movimiento es daros una patada en la espinilla que os dejará cojeando. Cuando vais vosotros primero, jugar Engendro magnético en el cuarto turno suele ser una jugada cruel (pero divertida) que hace que los oponentes sufran para alcanzaros.
Ureni, la Canción Perpetua es una gran amenaza en un mazo creado en torno a él. Inflige una enorme cantidad de daño cuando se juega, y las cartas blancas y negras no pueden tocarlo. Al ser un colosal 10/10, solo necesita atacar una o dos veces para acabar la mayoría de las partidas. Sin embargo, tiene un coste de maná de 8, así que es de todo menos barato. Por suerte, como dragón Temur, encaja en los mazos que tienen acceso a cartas verdes, un color que está preparado para entrar en juego con rapidez, ya que hay todo tipo de métodos para poner en juego rápidamente las Tierras Verdes (Green Lands). Un mazo repleto de cartas como Elfos de Llanowar, Tormenta de dragones en expansión y Espeleología puede ponerlo en juego en el quinto turno.
Shiko, paradigma de la sabiduría proviene de los monasterios del clan Jeskai y posee una fantástica habilidad recursiva. Cuando la juguéis, podéis reutilizar una de vuestras cartas más baratas sin pagar por ella. Esto puede devolver una pequeña criatura al juego, matar a una criatura enemiga o robar más cartas: la decisión depende de cómo hayáis construido vuestro mazo.
Han mejorado una de mis cartas favoritas desde antes de Tarkir: tormenta dracónica. Tirano bígneo tiene un efecto simple pero devastador: si alguna de vuestras cartas inflige daño, lo duplica. Y aún hay más. Jugad una segunda carta o copiadla (de eso hablaremos más adelante) y disfrutaréis de la emocionante experiencia de duplicar vuestro daño ya duplicado. Esto se descontrola muy rápido. Vuestras criaturas más pequeñas se vuelven poderosas, y los débiles hechizos de "quemadura" que infligen daño directo hacen que los 20 PS de vuestros oponentes se vuelvan de repente muy vulnerables.
Buenos Presagios
Los dragones de Magic: The Gathering son famosos por su lentitud a la hora de desarrollarse. No tendréis que esperar siglos para que crezcan y alcancen su tamaño gigante, pero debido a su coste de maná, suelen jugarse a mitad o final del juego. Son una ocasión especial y feroz, pero hasta entonces ocuparán espacio en vuestra mano.
Una nueva mecánica en Tarkir: tormenta dracónica ayuda a evitar que vuestros dragones no despeguen nunca. Los Presagios son cartas de dragón que funcionan como dos cartas en una, y son aún mejores gracias a su nueva versatilidad. Podéis jugarlas como un Presagio, y luego devolver las cartas a vuestro mazo y barajarlas para poder volver a utilizarlas al robar. Estas cartas son herramientas importantes para manteneros con vida y dejar que vuestros dragones dominen el final del juego.
Uno de los más impactantes es el Regente carroñero. El Presagio de este dragón negro tiene un efecto barremesas que puede destruir a todas las criaturas en la partida que no sean dragones, y es especialmente importante para desmantelar los mazos rivales diseñados para acumular un gran número de criaturas pequeñas. En forma de dragón, es un 4/4 corpulento y difícil de matar. Siempre se ha dicho que una carta de Magic: The Gathering es buena si es eficaz tanto cuando se gana como cuando se pierde. Y esta carta funciona en ambos casos.
Regente de Hiedraflora es un dragón verde, algo relativamente raro, ya que el verde suele ser el color de la vegetación y los bosques inflamables. Como dragón, Regente de Hiedraflora os ayudará a obtener vida y ganar la partida más cómodamente. Como Presagio, buscará cartas de tierra de vuestro mazo para que estéis preparados para jugar vuestra próxima criatura de un alto valor de maná, como la ya mencionada Ureni, la Canción Perpetua.
Tormegénito liquidador ofrece un tipo de defensa completamente diferente. Otro dragón negro 4/4 que puede lanzarse como un hechizo para hacer que una de vuestras criaturas ya en juego se vuelva más poderosa y también antimaleficio, con lo que impediréis que vuestro oponente intente matarlo en ese turno. Al ser poco comunes, cartas como esta y Tormegénito bifaucal (un dragón blanco que puede acabar con la mayoría de los que no son dragones con facilidad) son poderosas elecciones, idóneas para jugadores nuevos que están construyendo sus colecciones.
Cómo conseguir que vuestros dragones despeguen a tiempo
El elevado coste de maná de muchos dragones es un obstáculo importante para ganar partidas con vuestros reptiles escupefuegos favoritos. Con el ritmo habitual, podrían aparecer demasiado tarde para cambiar las cosas. Por suerte, hay formas de acelerar su siempre dramática entrada.
Sarkhan, exaltador de dragones es uno de los personajes más importantes en el plano de Tarkir y un elemento básico de cualquier buen mazo de dragones. Sarkhan, un viajero en el tiempo procedente de otra línea temporal, es responsable del actual problema con los dragones de Tarkir, y también es un dragón encubierto. Es un humano con un valor de maná de 2 que, cuando se juega en cualquier mazo de dragón decente, puede crear una ficha de Tesoro que podréis canjear para jugar vuestra próxima carta un turno antes de lo esperado. Y lo que es mejor, si jugáis con un dragón, Sarkhan también se convertirá en uno, listo para atacar desde el aire mientras se vuelve cada vez más fuerte.
El siguiente es Sarkhan, alma en llamas, una versión de Sarkhan de la colección anterior, Marcha de las máquinas. Pero que no os engañe su antigüedad. Lejos de estar obsoleta, esta versión aún más peligrosa de Sarkhan hace que lanzar las cartas cueste uno menos de maná, y cuando lanzáis un dragón, Sarkhan, alma en llamas, se convierte en una copia exacta del que habéis utilizado. Los dragones dobles pueden suponer un gran problema para vuestro oponente si acabáis de jugar Tirano bígneo.
Mox de jaspe os ofrece uno de los efectos más poderosos del juego: maná gratis. Es una de las razones por las que la Black Lotus puede venderse por el precio de un coche nuevo (o a veces incluso una casa). Sin embargo, solo podréis utilizar a Mox de jaspe para crear dicho maná si tenéis un dragón en juego. Si no lo tenéis, es inútil. Aunque es poderoso, la mayoría de los mazos deberían resistir la tentación y optar por cartas que os ayuden a manteneros con vida o a robar más cartas para volver a abasteceros en vuestro próximo asalto dracónico.
Desde el lanzamiento de Tarkir: tormenta dracónica, me he divertido mucho con un mazo de dragones Jeskai del formato estándar, que gira en torno a conseguir un Sarkhan y tratar de jugar un dragón que valga 5 de maná como los ya mencionados Shiko o Tirano bígneo en el cuarto turno. Cuando funciona, hace mucho daño con una rapidez increíble.
A los jugadores de Magic: The Gathering nunca les faltan opciones para idear sus propias estrategias. Hay cientos de cartas en esta nueva colección (y muchos más dragones para aterrorizar a los oponentes), y aquí solo hemos visto una pequeña muestra de lo que podéis hacer en Tarkir: tormenta dracónica.
¡Descubridlo por vosotros mismos! Magic: The Gathering Arena y la nueva colección Tarkir: tormenta dracónica ya están disponibles en la Epic Games Store.