Seis Metroidvania que cambian la fórmula clásica
El subgénero conocido como "Metroidvania" se ha convertido en uno de los más perdurables de la historia de los videojuegos, y continúa plenamente vigente con ejemplos como los de los inquietantes e infestados túneles de Hollow Knight o la retorcida imaginería de inspiración inquisitorial de Blasphemous. Nacido con la serie Metroid y con ciertos títulos clásicos de Castlevania (muy especialmente Symphony of the Night), los grandes mapas y la exploración no lineal que lo definen se han vuelto cada vez más populares en los últimos años. Dicho esto, aunque la mayoría de los Metroidvania suelen ceñirse a la fórmula definida por estos clásicos, hay algunos que hacen un esfuerzo consciente por modificarla.
Los seis títulos de los que vamos a hablar ofrecen cada uno una interpretación particular de sus antecesores clásicos, con sus enormes mapas en 2D. Sea un ángulo de cámara distinto, una nueva y flamante mecánica o la ausencia de algo que los jugadores suelen esperar en estos juegos (el combate, por ejemplo), hay razones muy válidas para que estos Metroidvania destaquen entre los demás. Incluso si no tienes experiencia con el subgénero, hablamos de seis juegos de la Epic Games Store que merecen la pena por sí solos..., sobre todo si te empiezas a cansar un poco de los castillos góticos y las hordas de muertos vivientes.
Rain World
Se suele abusar de la palabra "único" al hablar de videojuegos, pero si hay uno que se la merezca, es Rain World. En él controlas a un "gato-babosa" adorable (aunque también un poco inquietante) que intenta sobrevivir en un mundo pantanoso, infestado de lagartos y monstruos de tentáculos ondulantes que están empeñados en zampárselo para desayunar.
Como mínimo, su estética siniestra y su complejo ecosistema ya bastarían para hacerlo destacar. Al igual que Another World y la saga Knytt antes de él, Rain World te suelta en un entorno alienígena y espera que te las apañes. Tu gato-babosa puede defenderse con las lanzas que encontrarás por ahí, pero el combate no es la respuesta a la mayoría de tus problemas. De hecho, te pasarás la mayor parte del tiempo huyendo de los malos.
Hay que reconocer que algunos de los fans más rigurosos podrían poner objeciones a que este juego se incluya en la categoría de Metroidvania, ya que carece de mejoras y de lo que se llama "ability-gating" o, "restricción según las habilidades", la restricción del acceso a diferentes zonas de los mismos mapas en función de las habilidades o herramientas del personaje. Sin embargo, como les sucede a otros juegos de la lista, en Rain World, las restricciones las ponen el conocimiento y la habilidad del jugador. Con el paso del tiempo, descubrirás trucos para lidiar con los molestos lagartos y las complicadas escaladas que debes aprender a dominar con tu gato-babosa si quieres sobrevivir en los páramos. Si siempre te ha gustado la parte de la exploración de los MV clásicos, aquí te sentirás como pez en el agua.
Aeterna Noctis
A primera vista, Aeterna Noctis puede parecer un Metroidvania arquetípico debido a su sólido sistema de combate, su gigantesco mapa y su estética siniestra y de inspiración medieval. Sin embargo, una vez superadas las primeras horas de juego, empezarás a darte cuenta de que coge los fundamentos del género y los lleva hasta el límite. Además, ofrece una dificultad brutal, pero no necesariamente en los aspectos que cabría esperar.
Aunque la mayoría de los Metroidvania tienen una cierta faceta de plataformas, las secuencias de carrera y salto no son especialmente complicadas. Aeterna Noctis renuncia voluntariamente a este modelo para sustituirlo por una amplia variedad de habilidades de movimiento y pruebas de destreza que no estarían fuera de lugar en un plataformas "masocore" clásico como Super Meat Boy o Celeste. (Entre ellas, una flecha que te permite teletransportarte al punto exacto en el que se encuentra en mitad de vuelo y que adquiere una importancia mayúscula en un punto avanzado del juego).
En esencia, el juego exige gran habilidad en las carreras y los saltos, hasta el punto de que, incluso en los combates con los jefes, hay que demostrar unos reflejos milimétricos y usar unos movimientos de gran complejidad para esquivar los ataques. La exploración tiene menos peso que en otros Metroidvania (sobre todo en la segunda mitad del juego), pero el gran atractivo del juego reside en su faceta de plataformas.
Death's Door
Si eres fan de los Metroidvania, habrás notado que los títulos del subgénero han empezado a tomar nota de lo que hacen los Souls de FromSoftware y su hueste de imitadores. Death's Door extrae de ellos algunos elementos muy sustanciales y los dota de un carácter propio gracias a sus fantásticos duelos a espada, su encantador estilo artístico y su conmovedora historia.
No es el primer Metroidvania que utiliza una perspectiva isométrica con cámara sobre el hombro del personaje, pero Death's Door sí que la lleva a nuevas cotas. Aquí eres un cuervo monísimo al que le toca luchar contra enormes colosos y arrancarles el alma a cadáveres hinchados, con un sistema de combate tan sencillo como satisfactorio. Si hubiera que describir el juego con una sola palabra, sería "encantador". Aúna una serie de cosas que no se suelen encontrar en los videojuegos: es realmente gracioso, presenta un mundo interesante para los amantes de la exploración y tiene una duración muy ajustada. No está tan centrado en la exploración como otros Metroidvania, pero lo compensa con secretos y fantásticas luchas con jefes. Y sí que cuenta con "ability-gating", así que ya puedes guardar el diccionario.
Es difícil contar más cosas sobre Death's Door sin desvelar algunos de sus secretos. Pero sí que podemos decir que, si te gustan los juegos con encanto y no te importa afrontar un desafío, deberías probarlo.
Yoku's Island Express
Yoku's Island Express es otro juego que merece con creces la definición de único: se trata de un Metroidvania que sustituye las clásicas mecánicas de plataformas al estilo Mario con elementos del pinball. Sí, existen otros juegos inspirados en el pinball, pero solo Yoku's Island Express es capaz de combinar el "ability-gating" y la exploración de un MV con la física y las mecánicas de la bolita plateada.
Yoku es un escarabajo pelotero a quien, durante las vacaciones, le nombran nuevo cartero de la isla de Mokumana, lo que lo obliga a brincar y columpiarse por este paraíso tropical para repartir el correo entre sus pintorescos habitantes. Pero, claro, la isla oculta una serie de secretos siniestros y misteriosos que nuestro protagonista irá descubriendo durante su aventura, junto con un montón de mejoras de movimiento y desafíos de habilidad.
Como Death's Door, Yoku's Island Express es un juego que destila tanto encanto que acabas teniendo que rendirte a él. En términos de diversión pura y fantasía, es sencillamente imbatible.
Prey
Es posible que la idea de trabajar con tu hermano en una estación espacial te suene divertida, pero en el título de 2017 Prey, Morgan Yu descubre que no es oro todo lo que reluce. Porque resulta que la estación ha sido invadida por alienígenas, y seguro que te imaginas quién es el único trabajador que queda para enfrentarse a ellos: sí, tú. Como muchos de los llamados "simuladores envolventes" (un género mal definido que se remonta a los tiempos de System Shock), el título de Arkane se niega a dejarse encasillar en categorías definidas.
Es cierto que se trata de un shooter en primera persona con un gigantesco arsenal, pero en él es más importante saquear y buscar soluciones creativas para los problemas que cargarte a todos los malos a tiro limpio. ¿Es mejor utilizar tus recursos para mejorar tu habilidad de pirateo y así abrir esa puerta que se interpone en tu camino o emplear la munición limitada de tu cañón portátil GLOO para crear unas plataformas que te permitan escalar un muro y acceder a la zona?
Le pongas el nombre que le pongas, este aventurón de ciencia ficción tiene alma de Metroidvania. La estación espacial Talos I es una ubicación única e interconectada con montones de rutas ocultas y secretos que están deseando que los descubras. Tendrás que volver sobre tus pasos en muchas ocasiones, y los enemigos cuentan con puntos fuertes y puntos flacos que debes superar y explotar. En cierto momento tendrás la ocasión de invertir en una tecnología alienígena que te dará ventaja, pero ojito: puede tener efectos secundarios que no te esperas. Si te gustan tanto la libertad como la idea de abrirte paso con tu GLOO y tus balas, Prey es el juego que buscas.
Outer Wilds
Está claro que a nadie le gustaría vivir un apocalipsis que acabe con el universo, pero ¿y si tuvieras que repetirlo una vez tras otra durante toda la eternidad? No parece una perspectiva muy alentadora, pero, por suerte, Outer Wilds consigue darle un toque alegre. En este juego encarnas a un alienígena que tiene que vivir una y otra vez los últimos 22 minutos de su sistema solar, y está condenado a presenciar cómo su estrella se transforma en supernova en un bucle temporal de origen desconocido.
Tu única opción es explorar este sistema en miniatura y descubrir todo lo que puedas sobre una raza extinta de viajeros espaciales, los nomai. Como en otros juegos del subsubgénero conocido como "Metroidbrainia", en Outer Wilds no hay habilidades ni objetos que puedas conseguir, sino que tu principal herramienta es la información, que te permitirá resolver los diferentes rompecabezas de lógica que te impiden explorar los planetas del sistema. En teoría, tienes acceso a todos ellos desde el principio, pero en muchas de las zonas solo se puede entrar en momentos concretos del bucle, y los mundos reaccionan de manera dinámica a tus decisiones.
Como le pasa a Fez, Outer Wilds no es un Metroidvania en el sentido estricto de la palabra, pero tanto su propuesta, construida alrededor de la exploración, como la capacidad evocadora del mundo que construye les resultarán muy familiares a los fans del género. Si quieres saber lo que se siente al repetir una vez tras otra un bucle temporal, no lo duces, este juego es para ti.