Atormentada por la muerte de su padre, la nueva sobreviviente Mikaela Reid encontró el consuelo en el lugar menos pensado: las historias de terror. Mientras más leía, más escribía, perfeccionando sus propias historias de terror a la vez que desarrollaba un profundo interés por la brujería. Luego de recibir una invitación para leer sus escritos en el reconocido Festival del Eterno Halloween, Mikaela se vio asolada por una gran cantidad de sucesos perturbadores. Pesadillas recurrentes. Visiones extrañas. La desaparición de su amigo.

Cuando al fin pudo subir al escenario en la víspera de Todos los Santos para relatar su historia, una niebla negra y espesa la envolvió para la sorpresa de la audiencia. Nunca más volvieron a ver a Mikaela Reid.